Los intereses de Mr. Slim (si Carlitos)

. jueves, 5 de junio de 2014
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Los intereses de Slim, detrás de los videos en inglés y contra México de @epigmenioibarra


Por Federico Arreola
SDP Noticias


Epigmenio Ibarra es un gran productor de cine y TV. Es, también, un idealista admirable. Apoya todas las causas de la izquierda mexicana. Lo hace con tanta pasión que, no en pocas ocasiones, cae en el fanatismo. Pero, al margen de su apasionado estilo al protestar, casi siempre lo hace en forma desinteresada. Casi siempre, es decir, a veces no ocurre así.
Hay un tema en el que, por sus propios intereses empresariales, puede concluirse que a Epigmenio no lo mueven las convicciones, sino su propia conveniencia económica. Ese tema es el de la reforma a las telecomunicaciones, que hoy en el Congreso se encuentra en la etapa de discusión de la iniciativa de Ley Federal de Radio y Televisión.
Epigmenio depende en lo económico de Carlos Slim. Este es un hecho conocido. No afirmo que el ingeniero Slim le regale o le haya regalado nada a Epigmenio Ibarra. Simplemente digo que el magnate que controla la telefonía en México ha financiado desde hace años al productor.
Por simple honestidad intelectual, Epigmenio debería aclarar sus relaciones de negocios con Slim cada vez que denuncia que la reforma a las telecomunicaciones pretende acabar con las libertades de los mexicanos, lo que inclusive hace con videos en inglés que distribuye en el extranjero. Son videos no solo contra el gobierno de México, sino contra México. No cae Epigmenio Ibarra en ninguna transgresión legal, claro que no. La libertad de expresión que se disfruta en el territorio mexicano le garantiza eso y más.
Pero lo cierto es que, más allá de su legalidad, los videos en inglés contra Enrique Peña Nieto producidos por Epigmenio, no responden en el fondo a idealismos de ningún tipo, sino a la defensa de los intereses de un potentado cuyo patrimonio se verá afectado –se está viendo ya afectado– muy fuertemente por la reforma estructural en telecomunicaciones.
¿Qué está perdiendo Carlos Slim con la reforma? No es poca cosa, como explicaré enseguida. Antes, sin embargo, aclararé que considero al ingeniero Slim un hombre admirable, ya que él es, al mismo tiempo, un empresario destacadísimo y un analista de asuntos económicos del primer nivel.
Comenté aquí, hace un par de días, un análisis de El Economista sobre la pérdida de patrimonio del señor Carlos Slim. Según ese diario, “en conjunto, las empresas del magnate perdieron US14,700 millones, el equivalente al costo en infraestructura del Mundial de Brasil”.
La explicación de lo anterior radica, básicamente, en que la compañía América Móvil (AMX), la joya de la corona del ingeniero Slim, ha dejado de ser absolutamente atractiva para los inversionistas debido a “la ola de regulaciones gubernamentales que buscan acotar el dominio que esa empresa tiene en el sector de las telecomunicaciones en México”. Solo en el primer trimestre de 2014, “AMX registró una pérdida en su valor de mercado de 172,263 millones de pesos, cifra que sin duda refleja el cambio en el ánimo de los inversionistas”.
La reforma constitucional en materia de telecomunicaciones y la iniciativa de Ley Federal de Radio y Televisión afectan a Slim por las siguientes razones:
1.- Como su mayor empresa, AMX, es preponderante en el sector, el nuevo marco legislativo la obligará a brindar a los otros operadores de telefonía celular, a tarifa cero, el servicio de interconexión. Esta medida representará, cada año, unos 190 millones de dólares menos para el señor Slim y sus empresas.
2.- La eliminación de los cobros por los servicios de larga distancia, algo que se logrará en unos tres años, significará para las empresas de Carlos Slim una pérdida anual de ingresos de alrededor de mil millones de dólares.
3.- Las pérdidas para Telcel por el hecho dejar de de cobrar roaming serán, cada año, de aproximadamente 190 millones de dólares.
¿Es mucho o es poco para Slim? Depende del cristal con el que se mire. Mil 380 millones de dólares son algo así como el 6% de los ingresos totales anuales de América Móvil.
Se trata de una pérdida cuantiosa para cualquier empresa, pero sin duda al señor Carlos Slim le sobra talento para revertirla con trabajo e innovación. Él no necesita, para recuperar esa cantidad de dinero, que sus aliados como Epigmenio Ibarra insistan en tratar de hacer virales, en internet, videos en inglés para desprestigiar a México y a su gobierno.
No son las únicas pérdidas que sufrirá Slim por la reforma a las telecomunicaciones y la iniciativa de Ley Federal de Radio y Televisión.
Aunque resulta mucho más complicado cuantificarlo, también le afectará lo siguiente:
1.- La regulación de tarifas al público y servicios intermedios, con lo que se eliminarán ganancias extraordinarias.
2.- La desagregación de la red local, con lo que habrá mayor competencia en la prestación de servicios finales a usuarios de Telmex en voz y banda ancha.
3.- La compartición de la infraestructura pasiva, que implicará mayor competencia en usuarios finales principalmente de bajo y medio consumo.
4.- La obligación de prestar el servicio de usuario visitante, a precios regulados, al resto de los concesionarios, lo que simple y llanamente representará mayor competencia.
Don Carlos Slim, por lo demás, no podrá entrar a prestar servicios de televisión abierta. Como sus empresas son “agentes preponderantes” durante 18 meses deberá cumplir ciertas obligaciones, como la desagregación efectiva de su red y la compartición de infraestructura, antes de poder solicitar su ingreso al negocio de la televisión restringida.
Pero, hay que aclararlo, eso es algo que todavía se puede modificar en el Congreso en la discusión de las leyes secundarias. Es decir, a Slim podría finalmente no dejársele participar en la TV de paga.
Si no se modifica esa disposición, y si Slim cumple con lo que se le exige, en 18 meses podrá pedir permiso para participar en la televisión restringida, pero tampoco tendrá garantías plenas de que se lo permitirán, ya que las autoridades podrían verlo demasiado grande y, por lo tanto, capaz de competir con ventajas indebidas.
Recordemos que si la televisión restringida tiene en México 13 millones de suscriptores, Carlos Slim controla 17 millones de líneas telefónicas fijas. Es decir, Slim es excesivamente grande como para que compita sin privilegios.
Por cierto, que Carlos Slim no pueda entrar ahora en el negocio de la televisión es una consecuencia de una medida que, en 1990, estableció el gobierno del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari para favorecer a Slim y perjudicar a la familia Azcárraga.
De lo que se trataba, en el salinismo, era de impedir participar en la telefonía a Emilio El TigreAzcárraga (padre del actual presidente de Televisa). Por esa razón, cuando Telmex se privatizó en el título de concesión se establecieron restricciones que impedían que el que lo tuviera participara también en la TV.
Las vueltas de la vida. Años después, las limitaciones de una concesión diseñada para perjudicar a Azcárraga y beneficiar a Slim, perjudican a Slim y benefician a Azcárraga.
En fin, pienso que las nuevas leyes solo afectarán durante muy poco tiempo a un hombre tan brillante como Carlos Slim, al que no le resultará tan difícil adaptarse a las nuevas circunstancias.
Al ingeniero Slim le sobra capacidad para superar cualquier limitación. No necesita, para seguir estando entre los empresarios más respetados del mundo, ni de una legislación que lo favorezca ni, menos aún, que lo defiendan activistas políticos como Epigmenio Ibarra que, ni hablar, carecen de autoridad moral en el tema ya están en un claro conflicto de intereses.

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